miércoles, 24 de septiembre de 2008

SI no para que las OBRAS DE DIOS SE MANIFIESTEN EN EL!

En los tiempos en que Jesús caminaba por la tierra en forma de hombre, había un varón ciego de nacimiento que se sentaba en la calle a mendigar, pues no podía trabajar debido a su “deficiencia”. Al pasar Jesús por donde él estaba, los disípulos le preguntaron: “Rabi, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?” y Jesús les respondió: “No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.” (Juan 9:3)

Después de eso, Jesús escupió en la tierra, formó lodo, lo untó en los ojos del ciego de nacimiento y le mandó que fuera a lavarse en el estanque del Siloé (Siloé significa enviado, Jesús lo estaba enviando). El ciego OBEDECIÓ al mandato de Jesús y por FE fue a hacer como le había dicho (y eso que ni conocía a Jesús ni lo había visto, pues el cuate estaba ciego), así que cuando ya iba de regreso de haberse lavado, ¡ya veía!

La gente que conocía al ciego, se preguntaba si era el mismo, porque él estaba contento de ver y las personas no podían creer que fuera el mismo que mendigaba en la calle. Él les decía “¡yo soy, yo soy!”.

Muchas personas se hacen preguntas como “Si Dios existe, ¿porqué permite que haya tanta maldad y tantos desastres naturales y gente buena muriendo y tantas injusticias y todo el dolor y las enfermedades y etcétera?”. La respuesta de Jesús es sencilla pero bien profunda: “para que las obras de Dios se manifiesten en él” A diferencia de muchas personas que sólo tienen capacidad de ver “lo malo” (entre comillas, porque quién tiene la definición oficial de “malo”, si la Biblia dice que todo tiene un propósito); decía: a diferencia de las personas que sólo pueden ver “lo malo” de las situaciones, es una prueba viviente del poder y la soberanía de Dios, y de Su capacidad de hacer que TODAS las cosas ayuden para bien A LOS QUE LE AMAN. Por favor chécate el video y luego dale gracias a Dios por todas las cosas “buenas” y también por las cosas que tú consideras “malas”, porque como dijo Job: “¿Recibiremos de Dios el bien y el mal no lo recibiremos?” (Job 2:10) y como Dios le dijo a Pablo: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” (2Corintios 12:9); pues como ya dijimos, TODO tiene un propósito.